Los profesores que expandieron mis horizontes y creyeron en mí - Enseña Chile
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Corría el año 2010, en una de sus primeras clases de Matemáticas de primero medio en el colegio, cuando surgió como posibilidad de estudio la universidad. No tenía a nadie en su familia que había estudiado en la educación superior. Fue el profesor de esa clase que le preguntó a Pamela Arias Alessandrini si había considerado estudiar una carrera universitaria. Esa pregunta, para ella, fue una revelación e inspiración. A partir de ahí, comenzó a soñar y a mirar más lejos. 

De izq a der: Pamela Quiroz (peCh 2012-2013) y Pamela Arias.

Estudió en el Liceo Juan Mackenna O’Reilly, en Puente Alto. Para Pamela Arias, los profesores de Enseña Chile que tuvo en enseñanza media fueron claves en su formación hasta el día de hoy. La estudiante de séptimo año de Medicina en la U. de Chile recuerda con especial cariño a Jimena Saavedra (Pedagogía en Historia), Tomás Rivadeneira (Ingeniero Civil) y a Pamela Quiroz (Comunicación Audiovisual), a quien tuvo en tercero y cuarto medio como profesora jefe.  

- ¿Qué te inspiró o marcó de tus profesores? 

Para mí haber tenido profesores de Enseña Chile fue algo súper fundamental. Siempre le agradezco a ellos, se lo he dicho muchas veces, porque siento que cambiaron la perspectiva que tenía acerca de mí misma, sobre las cosas que podía lograr en mi vida. Cuando estaba en los primeros años de la enseñanza media no tenía muy claro qué quería hacer exactamente, pero entrar a la universidad, por varios motivos, no era una de mis posibilidades. No había mucha gente cercana a mi familia que hubiese estudiado en la universidad, mis papás estudiaron carreras técnicas y mi hermano estaba estudiando en un colegio industrial. Ir a la universidad era algo que no creía que pudiera hacer y recuerdo que en las primeras clases de Matemáticas de primero medio con el profe Tomás me preguntó si lo había pensado porque él creía que yo podía estudiar en la universidad. Para mí eso fue algo súper revelador y me alentó a empezar a expandir mis horizontes y a mirar más lejos de lo que estaba mirando.  

Los profesores Tomás Rivadeneira y Jimena Saavedra siempre nos decían que nosotros hiciéramos las cosas que nosotros queríamos hacer. El foco no era tanto entrar a la universidad, sino que nosotros decidiéramos qué era lo que queríamos hacer. De hecho, teníamos un cartel arriba de la pizarra que decía: "si yo quiero, yo puedo", así que con esa frase siempre nos motivaban a que nosotros trabajáramos en post de las cosas que queríamos hacer. Me acuerdo (se ríe) que el profe Tomás llegaba los lunes siempre con sus guías preparadas para la semana y traía más porque sabía que iba terminar su guía en la clase, así que me daba otra para que me entretuviera hasta que terminara la clase. Él siempre fue alguien que motivaba mucho a sus alumnos y se preocupaba por ellos. Eso es muy importante porque éramos muchos en una sala, casi 40 alumnos. Es difícil notar quiénes son cada uno, pero los profes de Enseña Chile siempre supieron quiénes éramos nosotros y las cosas que queríamos hacer. Eso les preocupaba y eso es muy valioso. Siempre nos motivaban a hacer las cosas que soñábamos, a que fuéramos ambiciosos y que lográramos nuestros sueños. La profe Jimena siempre tenía una palabra de motivación para nosotros, siempre fue muy dulce cuando nos enseñaba, así que esos dos primeros años de enseñanza media creo que fueron fundamentales para formar mi personalidad y lo que soy hasta el día de hoy. 

- Luego, en tercero y cuarto medio tuviste a otra profesora… 

Tuve de profesora jefe a Pamela Quiroz y ella es la profe más motivada que he visto en toda mi vida. Una de las personas con más capacidad de creer en el resto que he visto. Ella siempre creyó mucho en mí. Me daba un poco de vergüenza a veces porque siempre me decía: "Pamela usted va a entrar a la universidad, va a cumplir sus sueños, usted va a entrar a Medicina. Estoy 100% segura de eso", y yo decía: "chuta, a lo mejor la profe cree que soy más buena de lo que realmente soy”, pero ella me decía: “no, nada que ver, usted dale nomás, estoy segura de que lo va a hacer bien".  

Sus palabras siempre fueron súper motivantes, durante tercero y cuarto medio, ella fue alguien que estuvo muy atenta a nosotros, que nos motivó y que nos quería mucho también. Como fue nuestra profe jefe la relación con ella como curso fue mucho más cercana. Nosotros teníamos un ambiente de mucho cariño, nos reíamos, lo pasábamos súper bien y ella tenía esto de que era muy especial, que creo que es súper difícil de ver en algunas personas, en algunos profes, sobre todo, que creen tan ciegamente en sus alumnos. La recuerdo con mucho cariño.  Creo que las cosas que me entregó, que me enseñó, fueron fundamentales. Valoro mucho que haya creído en mí porque eso era lo que me daba fuerzas para seguir estudiando en el colegio, a seguir yendo al preuniversitario e incluso cuando salí del colegio, di la PSU y no me alcanzó el puntaje para entrar a la carrera y a la U que quería, que era la Universidad de Chile. Recuerdo que le conté y ella, lejos de decepcionarse, me motivó más todavía a que siguiera estudiando y que hiciera lo que quería. Así que estudié en dos preuniversitarios, iba en la mañana a uno y en la tarde a otro. Estudié mucho, y entré a la universidad y a la carrera que quería, así que su apoyo fue fundamental. Cada profesor de Enseña Chile me inspiró mucho, marcaron esa etapa de la enseñanza media y los recuerdo con mucho cariño. 

- ¿Cómo crees que influyó en ti? 

Haber vivido algo así es una experiencia que influyó mucho, no solamente cuando estaba estudiando, sino que además cuando salí del colegio. Haber tenido una experiencia así refuerza mi idea de que la educación es fundamental para un niño, niña y adolescente que se está formando. El tener una profesora o profesor que esté motivado, que esté interesado, que crea en él, que lo apoye, es algo que es extremadamente fundamental. Creo que la educación debería ser de calidad para todos los niños en el país, sin importar en qué colegio estudian, sin importar de quién son hijos, sin importar la comuna donde nacieron. Todos deberían recibir una educación de calidad porque es uno de los pilares fundamentales que tienen las sociedades para ser cada día mejores. Ver el ejemplo de mis profesores que trabajaban para que esta sociedad esté mejor, para que las cosas anden mejor, influyen también en mí para que en el futuro pueda trabajar por las personas que lo necesitan. 

- ¿Qué le dirías a las personas que dudan de los profesores de Enseña Chile? 

Hay muchas cosas que se pueden mejorar en este país. Nuestro sistema educativo es una de ellas sin ninguna duda. Yo estudiaba en un colegio municipal, en un colegio vulnerable de Puente Alto durante toda mi enseñanza básica y media, entonces conozco súper bien la educación pública. Hacen falta muchas cosas más estructurales, falta invertir más dinero, hace falta mejorar las condiciones en las que trabajan los profesores, pero también hace falta manos y corazones que trabajen con niños que estudian en colegio vulnerables, que son justamente los más afectados por esta crisis que vive nuestro sistema educativo. Yo no tengo ninguna duda de que Enseña Chile fue un muy buen aporte en mi colegio y personalmente para mí también, en mis amigos, ex compañeros del colegio, porque hay mucho talento que está repartido en los colegios vulnerables, pero muchas veces faltan oportunidades y tener alguien que te motive, que esté buscando esas oportunidades para poder entregártelas y motivarte a seguirlas es algo que hace falta y que no se ve de forma tan frecuente. Para mí fue fundamental y sin ninguna duda es algo que aportó de una manera muy positiva en mi vida. Evidentemente hay que hacer un cambio estructural, eso va si o si, pero siento que tener la ayuda de un grupo de personas que quiere hacer un aporte es algo que es bacán, es fundamental. 

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