Francisca Chadwick: Una ingeniera en la sala de clases - Enseña Chile
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Para describir su experiencia en el Programa Enseña Chile, Francisca utiliza la palabra “acontecida”. Y es que durante sus dos años como profesora en Valparaíso vivió el estallido social, la pandemia y la creación y dirección del proyecto La Radio Enseña. Francisca entró al programa con el sueño de poder llevar nuevas oportunidades a sus estudiantes y motivarlos desde su experiencia en la universidad y el trabajo en el sector privado. La egresada de Ingeniería Civil de la Universidad Católica dice que su paso por esa carrera le permitió entrar bien preparada a la Escuela de Verano 2019.  

Luego de un primer año en el que se propuso formar vínculo con sus estudiantes y adaptarse a la cultura del colegio, el 2020 cambió sus planes con la llegada de la pandemia. Con solo dos semanas de clases se vio obligada a dejar de lado las clases presenciales y solo conectar con sus estudiantes a través de guías. “Con eso estábamos un poco desesperados y no nos podíamos quedar con los brazos cruzados. En eso recibí el llamado de Bernardo Echavarri, compañero del Programa Enseña Chile, y surgió la idea de hacer clases por radio. Y así nació La Radio Enseña, a la que se sumaron muchísimos profesionales como voluntarios”, relata sobre el proyecto que consistía en podcasts educativos de 30 minutos de duración, que fueron transmitidos en 100 radios a nivel nacional.  

“El pasar por Enseña Chile sin duda cambia trayectorias profesionales y de vida. En lo personal lo resumo en que primero tuve una conexión muy profunda con algunos de mis estudiantes de ciudad y entornos distintos. Segundo, es que fortaleció ese interés que tengo por mejorar la situación de muchos estudiantes en Chile. Y una tercera media anecdótica, pero la experiencia de la radio me dejó con ganas de hacer un podcast”, cuenta. 

 
¿Qué competencias sientes que te entregó el programa? 

La primera es buscar el propósito en todo. Parece como hasta un poco ridículo, pero ahora lo busco en todo. El tema de trabajar la visión contextualizada con los estudiantes durante dos años te hace cuestionarte mucho qué es el propósito, el para qué de cada cosa. Segundo, el liderazgo. Tanto con los estudiantes, como con los distintos profesores del programa. Creo que forjaron mucho mi liderazgo. Tercero, la resiliencia. Es difícil. Uno se enfrenta a situaciones que nunca pensaba que le iban a tocar y tiene que superarlas. Así que la resiliencia nos deja como blindados para el futuro. Cuarto, la adaptabilidad. Uno cree que las cosas van a ser de una manera y después termina habiendo muchos imprevistos y se tiene que improvisar, rearmar, etc. Y quinto, el aprender a pedir ayuda y acudir a la red. Uno cree que puede hacer las cosas solo, pero no. Es todo lo contrario.  

¿Qué le dirías a alguien que está pensando en postular al programa? 

A los profesionales que se estén planteando si postular, seguro que el tema de los dos años les da miedo. A mí también me daba miedo. Pero en realidad los dos años se pasan súper rápido y al salir del programa va a haber un montón de lugares que valoran mucho a un profesional que pasó por el programa, porque no es un trabajador cualquiera, es alguien con propósito, que se “camisetea” un montón.  

Además, les diría que respondan estas cuatro preguntas: ¿Quieres tener una experiencia transformadora? ¿Tienes una pasión por enseñar? ¿Te gustaría aprender y estar constantemente desafiado? ¿Te motiva poder impactar positivamente en las vidas de estudiantes y en el sistema educativo? Si respondieron de manera afirmativa a cualquiera de las cuatro preguntas, están obligados a postular. 

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