Miguel Ángel Castro llevaba tres años trabajando en un proyecto como ingeniero cuando su contrato se acabó. En aquel momento, volver a buscar un trabajo en su profesión no le llamaba mucho la atención. Su hermano, ya vinculado a Enseña Chile, le contó sobre la fundación y sus objetivos y Miguel, buscando una experiencia personal desafiante, encontró un nuevo camino. "Postulé, quedé y me vine a Iquique. Una ciudad que no conocía y donde no conocía a nadie. Llegué solo, con la red de Enseña Chile, que es un gran apoyo. Y aquí estamos, todavía sigo acá", cuenta el alumni 2018.
Miguel asegura que su experiencia en Enseña Chile fue una de las decisiones más grandes que ha tomado en su vida. Llena de crecimiento personal, autoconocimiento y de volver a creer en uno mismo, en una sala de clases llena de emociones, conexiones y agradecimientos. “Es una experiencia que solamente tienes que vivirla para poder sentirla”.
Actualmente, Miguel sigue dedicándose a la docencia. Es profesor de la especialidad electrónica del Colegio Inglés de Iquique. Asegura que su pasada por Enseña Chile fue una fuente de habilidades y competencias que lo acompañan hasta el día de hoy, sobre todo relacionado al liderazgo y al manejo de grupos. “Aunque sean niños o no, tú organizas y estás a cargo de gente que tiene que cumplir algo, y tienes que hacerlo de la manera más profesional posible. Estás liderando, estás mediando. Me di cuenta que se me hace fácil y se me da de buena manera".
Por otro lado, su primer paso por la sala de clases también le hizo fortalecer su capacidad de tener todo anotado, de cumplir plazos. “Todo eso lo aplico cada día", cuenta Miguel, quien además agregó que tras salir del programa hizo un Magíster en Educación para poder formarse, de manera más profunda y teórica, como profesor.
“Yo de ser Ingeniero me fui a un colegio, y al principio me lo cuestionaban mucho”, cuenta Miguel, que asegura que la experiencia en Enseña Chile definitivamente cambia las trayectorias profesionales. “Siempre pensé en volver a la industria, pero esto me hace un profesional un poco más empático con lo que viven muchas personas, con muchas realidades”.
Y es justo eso lo que más recuerda Miguel de su paso por el programa: las personas. “Llegué el primer mes, de cumpleaños en abril, y todos los cursos a los que les hacía clase me hicieron fiestas sorpresas. Me saludaban mucho, de manera muy genuina. Y eso fue muy impactante, porque nunca había sentido una bomba de cariño en un día”, cuenta el alumni, quien agregó que las familias de sus estudiantes lo invitaban a sus casas, a jugar fútbol, lo acogieron como un miembro más. “Solamente esta experiencia te lo regala. Lo que más me llamó la atención es que como profesor te tienen mucho respeto y cariño”.
Miguel asegura que cualquier ingeniero que quiera pasar por el programa de Enseña Chile vivirá una experiencia que le recargará de vida, llena de emociones distintas. “Es una experiencia que, aunque la pases bien o mal, siempre se va a aprender algo bueno. Es súper intenso, sobre todo si te vas a otra ciudad, pero creo que es algo bien significativo para la vida. Siempre las experiencias nuevas te van a sumar a tu vida. Si vas a postular, postula con ganas. Que no sea un escape, porque si tienes esas ganas lo vas a pasar increíble”, cierra Miguel.