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Matías San Martín (26) fue muchas veces ayudante mientras estudiaba ingeniería en la universidad. Hubo momentos en que trabajaba con hasta 5 cursos de 100 alumnos cada uno, donde debía hacer clases y corregir pruebas. Por lo menos una vez al mes el colapso era evidente: debía entregar todas las notas a la vez.
Ese trabajo lo marcó. Al salir de la universidad se juntó con algunos excompañeros que estaban interesados en emprender y que también habían vivido situaciones similares mientras eran estudiantes. Con sus conocimientos sobre inteligencia artificial y su propia experiencia llegaron a la idea: generar una plataforma que permita agilizar el proceso de corrección para disminuir las horas de trabajo asociadas.
Así nació Evalúa, uno de los proyectos ganadores de Incuba Enseña Chile 2019. Esta aplicación web y móvil sirve para revisar pruebas de alternativas y desarrollo, siendo un complemento y apoyo al trabajo del profesor que le permita ahorrar tiempo en este proceso.
Para utilizarlo se deberá subir una fotografía o documento digital con las respuestas para que estas sean procesadas. Pero la idea no solo queda ahí, el objetivo de Evalúa busca apoyar todo el desarrollo del instrumento. El profesor podrá usar el sistema para crear una prueba, corregirla y entregar la retroalimentación a los alumnos, lo que cerrará el ciclo completo.
La gran cantidad de horas trabajadas es uno de los mayores problemas de los docentes y parte importante de ese tiempo es ocupado en la corrección. Matías y su equipo quieren hacer un aporte al proceso educativo e impactar en la calidad de vida de esos profesionales. “Los profesores se ven súper entusiasmados cuando les contamos del proyecto. Por ahora tenemos el prototipo y tenemos mucho que avanzar. En un par de meses más queremos hacer la primera prueba en un colegio”, relata el emprendedor.
Por ahora, el programa solo está habilitado para la corrección de ensayos en inglés. Al leer el texto revisa la estructura, puntuación, gramática y ortografía. En los próximos meses buscarán expandirlo a otras materias y dentro de un año esperan estar probando el sistema en distintos colegios públicos de la Región Metropolitana. Pero también ven más allá. “La gracia de nuestra solución es que se puede llegar a todo Chile. La idea es llegar a la mayor cantidad de profesores posibles”, concluye Matías.
