Conversemos
«Si no hubiese tenido una vinculación con quienes viven los problemas de la desigualdad y no hubiera sido responsable de aportar a resolver, desde la educación, el tema de la equidad, no habría comprendido lo multisistémico que es el desafío», relata Pamela Meléndez, Alumni 2012 de Enseña Chile y abogada de la Universidad de Chile quien actualmente ejerce su profesión en la unidad de estudios de la Defensoría de la Niñez.
Pamela hizo clases de historia por dos años en el colegio Erasmo Escala de Peñalolén. Ahí conoció y trabajó con estudiantes categorizados en un alto índice de vulnerabilidad escolar. Sus realidades la marcaron como profesional y desde entonces dedicó su labor a que ellos, y todos los niños, tuvieran más y mejores oportunidades para surgir.
«En mi sala de clases habían casos con nombre y apellido de niños que tenían todo el potencial, pero con un montón de falencias alrededor que no les permitían avanzar. Problemas de salud mental, disfuncionalidad dentro de la familia, mucho tiempo solos, una vivienda poco digna o problemas de salud. Tener un desarrollo integral del niño no es posible sin estas cosas», cuenta la abogada.
«Muchas veces aunque te esforzaras y dieras todo en la sala de clases, pasaban cosas que hacían que lo estudiantes no pudieran estar ahí. Desde esa frustración, del hacer todo sin poder dar una respuesta a un problema específico, es que me surge la necesidad de entender a los estudiantes de forma integral, en todos sus derechos humanos», recuerda Pamela.
Después de hacer clases comenzó a estudiar el Magister de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Luego ingresó a trabajar como coordinadora de Políticas Públicas de Enseña Chile hasta que llegó la oportunidad de ingresar a la Defensoría de la Niñez. Ahí pudo seguir desarrollando su pasión por el trabajo en pos de la infancia.
«La educación es uno de los derechos de los niños, pero es uno. Estando ahí, en la sala de clases, es evidente que las personas tienen derechos interdependientes e indispensables. No es posible atender uno y desconocer otro. Lograr un desarrollo integral del niño no es posible si no hay vivienda digna, si no hay salud», reflexiona la abogada desde su actual cargo en la Defensoría de la Niñez.
