Este año ha sido muy distinto al que todos esperaban, especialmente para Yorka Alarcón, ingeniera comercial de la USACH y profesora de Enseña Chile. Ella postuló y quedó seleccionada en el Programa de Liderazgo Colectivo 2020, que le permite hacer clases remuneradamente por dos años en contextos de alta vulnerabilidad mientras recibe formación en liderazgo pedagógico, personal y sistémico. Pero en marzo solo estuvo físicamente dos semanas en el Centro Educacional Federico García Lorca de Renca, alcanzó a presentarse con sus más de 120 estudiantes de séptimo y octavo básico y segundo medio, y tuvo que comenzar a trabajar de forma remota debido a la pandemia.
El desafío se ha vuelto más grande e incierto, pero a la vez ya ha retribuido con importantes aprendizajes. «El descubrir cómo al final las cosas se van acomodando. En este tiempo, el mayor aprendizaje que he tenido va en relación a la flexibilidad, el entender de que uno está trabajando con personas y que ellos tienen una forma diferente de ver las cosas. Trabajar con personas es aprender de ellos igual, de los colegas, del equipo directivo, empatizar con ellos. Hay algo que tienen en común contigo: están sacando esta pega adelante finalmente por los estudiantes y se vuelve un trabajo en red», explica Yorka.
La profesora de Matemáticas conoció el programa cuando estaba en la universidad a través de una amiga. Colaboró en la difusión del mismo entre sus compañeros, luego hizo su práctica en la fundación y trabajo ahí cerca de un año antes de decidir ingresar al programa. «Uno no pensaría que un ingeniero comercial tendrá un impacto social. Era una de las grandes discusiones en la carrera y había un gran grupo de compañeros que veíamos que teníamos un rol importante. Hay un sinfín de opciones que te permiten hacer una buena pega y dejar una huella también», recuerda.
Yorka recomienda esta oportunidad de formación a profesionales pedagogos en enseñanza media y no pedagogos por el impacto personal y social que este tiene. «Lo primero que se necesita en este trabajo es la vocación. Tienes que querer hacer algo por otro. Yo creo que nunca uno se va a sentir 100% preparado para vivir una experiencia como esta. Independiente de que seas profe o no, toda la pauta te la va a marcar el terreno. Hay que llegar ahí y nadar en esta cultura escolar para poder impregnarte de ella. A quien esté interesado le diría que confíe, que se apoye en la red de Enseña Chile que es muy valiosa», concluye.