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Testimonio de Pablo Hormazábal, ingeniero comercial de la Universidad Diego Portales y egresado del Programa de Liderazgo Colectivo de Enseña Chile. Hizo clases de Matemáticas por dos años en el Instituto Cumbre de Cóndores Oriente de Renca, mientras se formaba en liderazgo pedagógico, personal y sistémico. Actualmente es director ejecutivo de Formando Chile.
«Cuando postulé a Enseña Chile estaba super claro que era lo que quería, pero obviamente estaba nervioso: No sabía si lo iba a hacer bien, si iba a lograr ser lo que el estudiante merecía. Estaba muy seguro sobre el proyecto, pero no sobre las capacidades que tenía para hacerlo, pero creo que les pasa a todos. Es una decisión super relevante en la vida. Tuve la suerte de conocer a muchos egresados del programa, comencé a recoger testimonios y cada experiencia era una motivación más para ser parte del programa. Siempre tuve bien claro que quería dedicarme a la educación, que era lo que me movilizaba, y encontré en Enseña Chile un espacio super potente de aprendizaje. Toda la experiencia que recoges en esos dos años es infinitamente útil para cualquier cosa que hagas después.
En lo profesional, me entregó herramientas que en ningún otro ambiente podría haber generado, como tolerancia a la frustración, adaptación a diferentes contextos, trabajo con personas diferentes y la capacidad de presentar cualquier cosa frente a un grupo de personas. Nada puede ser más difícil que pararse en una sala de 45 estudiantes a los 26 años, siendo y pareciendo chico, y generar un respeto bien ganado.
Todos sabemos y escuchamos de las diferencias y las desigualdades. Pero el estar ahí, en un colegio de contexto vulnerable, te muestra muchos escenarios en paralelo muy potentes que producen mucha rabia. Yo les comentaba a algunos estudiantes más cercanos que yo estaba seguro de que hay muchos jóvenes en ese colegio que son mucho más inteligentes que yo y que otros compañeros y amigos míos. Que incluso ellos se han esforzado hasta cinco veces más de lo que nos esforzamos nosotros. Pero las oportunidades a las que optan son excesivamente diferentes, exclusivamente por el contexto. Creo que eso te da un sentido de urgencia de decir que hay que hacer cambios rápido porque todos los años hay muchísimo talento que se pierde. Hay estudiantes que quieren continuar sus estudios después del colegio y que no lo pueden hacer porque no cuentan con las herramientas.
Cuando salí de Enseña Chile supe que quería seguir ligado a la educación, es el tema al que me quiero dedicar por harto tiempo más. Pero también me encanta mi carrera, las herramientas que me entregó. El 2018 entré a Formando Chile, al área de finanzas. Luego se abrió un cupo dentro de la organización para tomar un programa que me permitió volver a tener más contacto directo con la educación. Finalmente, en septiembre de 2019, asumí la dirección ejecutiva. Lo que me encanta es que trabajamos en educación con niños de tercero básico hasta segundo año de carrera y son programas que me movilizan porque me encantaría que mis estudiantes los hubiesen tenido. Son más herramientas como las que les hacen falta.
Yo le diría a quien está pensando en entrar al Programa de Liderazgo Colectivo de Enseña Chile que va a ser una experiencia transformadora. Va a entrar a un ritmo laboral que pocas empresas en el futuro van a exigirle, es entrar a una cancha difícil, pero después de los dos años lo que sea que venga va a ser mucho más fácil. Un plus de pasar por Enseña Chile es que uno queda con una sensación de calma y pocas cosas sorprenden. En el colegio hay muchos escenarios que pueden salir mal o pueden no salir y eso genera una capacidad de adaptarse a los cambios de mejor manera y con flexibilidad. Esas son habilidades y competencias que se pueden ocupar tanto para la vida en general como en el proyecto laboral. Es una experiencia en la que se aprende muchísimo y recibirán mucho amor y cariño por parte de sus estudiantes, un cariño que no recibes en ningún otro trabajo».
