Enseña Chile
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En marzo del año 2020 la educación chilena enfrentó una de sus más difíciles etapas: debido a la crisis sanitaria por la pandemia del Covid 19 debimos cerrar las escuelas. Cada comunidad educativa  tuvo que adaptarse a esta nueva realidad, implementando sistemas que permitieran a los estudiantes continuar aprendiendo a la distancia a través de clases online, asincrónicas, videos y cápsulas, entre otros. Como docentes aprendimos a usar nuevas plataformas y herramientas educativas y pese a que muchas veces tuvimos dificultades, las enfrentamos y superamos. Este año comenzamos poniendo el foco en ampliar la cobertura que tuvimos el año pasado en el acompañamiento a nuestros estudiantes por lo que, con nuevos desafíos y oportunidades, debutaron las clases híbridas.  

Desde Chiloé, Aysén y Magallanes hemos planteado algunas reflexiones que visualizan nuestros puntos en común. Nuestra mayor dificultad se ha generado principalmente por la mala conectividad y acceso a internet que se presenta en las 3 zonas, lo que genera que los estudiantes que continúan con su aprendizaje de manera online, no participen de la misma forma que aquellos que están en la presencialidad, lo cual puede generar desmotivación y frustración. Por lo tanto, un punto crucial y determinante tiene que ver con la contención socioemocional de nuestros estudiantes y crear climas propicios que aseguren el bienestar de éstos e interactuar con ellos sin perder ese vínculo que nos daban las clases presenciales. No debemos olvidar que son personas con las que estamos trabajando, por eso es tremendamente necesario fortalecer aún más esas relaciones. Cuando conocemos a nuestros estudiantes, y ellos lo sienten así, los aprendizajes que se pueden dar en el aula son más significativos para ellos. 

En la sala de clases los aprendizajes que puedan desarrollar nuestros estudiantes son fundamentales, puesto que la forma más poderosa que tenemos como profesores de demostrar preocupación por ellos es a través de una educación justa y de calidad. Es imperativo hoy en día, mantener un sistema efectivo de enseñanza donde realmente se pueda hacer un seguimiento de sus aprendizajes y los posibles remediales de éstos. Para ello es necesario establecer una educación híbrida focalizada en los objetivos priorizados  e implementar una cultura de atención y compromiso en este nuevo contexto.  

En este tiempo, sabemos que los desafíos cambian constantemente y crecen día a día, por eso es vital el trabajo colaborativo y en red entre docentes del mismo establecimiento como a su vez aquellos que se encuentran en otros contextos. La virtualidad nos ha permitido aprender día a día de los demás, nos permitió compartir material o actividades, compartir estrategias de aprendizaje, rescatar las buenas prácticas que aplican otros docentes y a su vez compartir las experiencias que a nosotros nos han funcionado y nos hacen sentido, La red de Enseña Chile sigue estando presente y más fuerte que nunca.  

 La pandemia nos ha hecho reflexionar, ser conscientes de nuestras limitaciones, pero también de las tremendas oportunidades que tenemos día a día, y la pandemia que estamos viviendo, sin lugar a dudas lo es. Si bien la distancia y la conectividad han hecho de esto un desafío complejo, vemos en esta etapa la oportunidad de generar nuevas estrategias de aprendizaje que nos permitan conectar de mejor manera con nuestros estudiantes quienes pertenecen a una generación marcada por la tecnología y el uso de redes sociales. Innovar es ahora la llave que permitirá a nuestros alumnos adquirir contenidos y habilidades que los prepararán para alcanzar sus metas y propósitos.   

Lisbeth Guiñez, profesora de Enseña Chile en Magallanes  

Fabián Zúñiga, profesor de Enseña Chile en Aysén 

Catalina Hernández, profesora de Enseña Chile en Los Lagos

 

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