Testimonio de Ángela Viscay, profesora de Enseña Chile que hace clases de Matemáticas en el Colegio Madre Paulina de Chiguayante, Región del Biobío. Ella es ingeniera comercial de la Universidad de Talca y se encuentra cursando el segundo año del Programa de Liderazgo Colectivo de Enseña Chile, donde recibe formación en liderazgo pedagógico, personal y sistémico mientras trabaja a tiempo completo en un contexto con alto índice de vulnerabilidad.
«Cuando estaba en tercer año de la carrera una compañera me invitó a un voluntariado que se iba a realizar dentro de la universidad. El voluntariado se llamaba Panal y consistía en trabajar habilidades socioemocionales con estudiantes de colegios con altos índices de vulnerabilidad. Se organizaban reuniones los sábados, fin de semana por medio, y se invitaba a los chiquillos a talleres. Ese voluntariado me marcó, nunca olvidaré a los estudiantes de primero y segundo medio con los que me tocó trabajar. Fue tan potente que me convencí de que me iba a dedicar a hacer esto a futuro.
Pero no solo fue por la experiencia en sí, porque para poder entrar a ese voluntariado tenía que hacer una capacitación en Santiago de dos días. Cuando fuimos, apareció Tomás Recart, director ejecutivo de Enseña Chile, y presentó el trabajo de la fundación. Yo siempre he sido super motivada con el área social y de hecho me costó un mundo encontrarle el lado social a mi carrera. Por eso, cuando conocí esta oportunidad decidí que cuando terminara mi carrera la iba a aprovechar. Y así lo hice: el año que salí de la universidad, postulé al Programa de Liderazgo Colectivo. Sabía que no quería esperar a que pasara más tiempo porque después de encontrar trabajo quizá podía cambiar mi perspectiva personal de lo que quería hacer.
Quedé en el programa y comencé a hacer clases en marzo de 2020. Con la pandemia ha sido complicado y potente, pero también una experiencia que realmente te deja mucho más de lo que terminas entregando. Yo llegué acá con la intención de aportar algo en el sistema educativo y en un contexto con alto índice de vulnerabilidad porque yo lo viví en carne propia. Pero fui descubriendo que todo lo que yo estaba aprendiendo al final era mil veces más de lo que yo estaba enseñándoles a los chiquillos en sala.
La UTal me ayudó a prepararme para este desafío a partir de un sistema que siempre destaqué: Un programa de formación por competencias que es transversal a todas las carreras donde a través de diversas clases y talleres, vas desarrollando algunos tipos de habilidades muy necesarias que van desde cómo te estás comunicando a cómo te relacionas con otras personas y un sinfín de cosas más. Además, mi carrera también me entregó buenas herramientas porque los comerciales somos, finalmente, gestores de recursos humanos y para mí como profesional eso me ha permitido moverme de una forma cómoda, respetuosa y responsable en los equipos.
A quienes les haga sentido el tema social, independiente de sus carreras de origen, les diría que Enseña Chile es una gran oportunidad para hacer un impacto real. Les diría que se atrevan a pesar de tener miedo o sentir una fuerte incertidumbre por entrar a hacer algo para lo que no necesariamente se prepararon profesionalmente. Porque cuando uno tiene ganas de hacer las cosas y hacerlas bien, a través del esfuerzo, logras ir aprendiendo y capacitándote, y mejor si es con una red como la de Enseña Chile que te da un apoyo importante para poder hacer un trabajo de calidad en sala. Uno tiene que lanzarse a conocer estos contextos porque creo que les puede cambiar el mundo a algunos y deja aprendizajes muy grandes. Al final, uno de repente le tiene miedo a los cambios y a la incertidumbre, pero aprende cosas maravillosas de ellos».