Francisca Núñez, profesora de Enseña Chile que hace clases de Matemáticas en el Liceo Politécnico Particular Sagrado Corazón de Lo Espejo, Región Metropolitana, estaba teniendo dificultades para motivar a sus estudiantes con la educación a distancia. Su colegio decidió hacer clases a través de capsulas cortas de video que se subían a Instagram. A través de ese mismo medio dejaban tareas para los estudiantes, quienes debían hacerlas en sus cuadernos y luego enviar fotos vía mail. Sin embargo, el número de estudiantes que entregaban sus trabajos no era satisfactorio.
«Tenía que pasarles ecuaciones a los estudiantes de primero medio, pero es un contenido bien complicado para enseñar en una cápsula de 10 minutos. La primera tarea era de despejar incógnitas y obviamente quería que se motivaran a hacer su tarea, a completar todos los ejercicios y que no se copiaran. Entonces pensé que les tenía que gustar, si no les gustaba no iban a hacer nada. Ahí como pensando en qué les podría gustar llegué al típico juego que estaban jugando todos que es el Among Us. Generé una cápsula de video que les enseña en cinco minutos el contenido y después les planteo un ejercicio en el que tienen que descubrir al impostor», cuenta la profesora sobre el método que eligió para motivar a sus estudiantes.
Las y los jóvenes de primero medio respondieron muy bien a este desafío. De los 78 estudiantes del nivel, cerca de 50 hicieron este desafío, muy por sobre el promedio de entrega anterior. De hecho, muchos fueron más allá de lo solicitado y dedicaron tiempo en hacer dibujos y diálogos que dieron vida a la tarea. «Cuando la vi por primera vez lo encontré super entretenido, me dieron ganas de hacerla al tiro. Quería jugarlo, hacerlo, saber quién era el impostor. Intenté hacer lo mejor posible. A mí me gusta mucho el juego e intenté hacerlo parecido», cuenta Arleth Martínez, alumna de primero medio del Liceo Politécnico Particular Sagrado Corazón
Las y los estudiantes quedaron tan entusiasmados con la actividad que incluso le pidieron a la profesora repetir este tipo de desafíos. «Me gustaría hacer más actividades como esta porque es más entretenido, no son tareas fomes que te hacen resolver ejercicios no más y además de estudiar, jugamos. Aprendí mejor cómo hacer las ecuaciones porque yo tampoco entendía mucho. Me agrada la profesora, como estamos en pandemia uno a veces se atrasa, pero la profesora hace sus clases entretenidas y todo bien», agradece Angelina González, otra de las estudiantes del liceo.
Finalmente, la profesora quedó satisfecha con el trabajo realizado, a pesar de que fue más difícil de generar, vio resultados positivos. «Aprendí que es fundamental que los estudiantes se enganchen con lo que están haciendo, que disfruten aprender. También me quedó clarísimo que hacer actividades entretenidas para ellos es mucho trabajo. Hice esto y no pude igualar algo así de entretenido porque no me da el tiempo, pero la respuesta de los chiquillos es fantástica, tienes que dar en el clavo en algo que ellos disfruten», concluye Francisca.