Por Francisco Yáñez, profesor de Enseña Chile 2018, docente de lenguaje en Colegio Kronos, Alto Hospicio.
Siempre nos han enseñado que tenemos que conocer a las personas antes de emitir cualquier juicio sobre ellas. Sin embargo, los estigmas muchas veces están impregnados en nuestra idiosincracia y tendemos a juzgar sin entender de lo que estamos hablando.
Me atrevería a decir que no somos pocas las personas a quienes nos dijeron: "Si te vas a Iquique ojalá que no te toque Alto Hospicio". Localidad donde el color café es predominante y tiene un puesto ganado en el salón de la fama de la crónica roja en prensa local y nacional.
¡Qué equivocados estaban! Juzgar por las apariencias es no ver lo que hay en la esencia de las cosas y de las personas. El café se vuelve esperanzador con el sol radiante de una eterna primavera. Las sonrisas son genuinas y despojadas del pasado gris de la localidad.
En mis estudiantes encontré historias, alegrías, también sufrimiento, pero sobre todo sueños. Sueños que están empecinados en cumplir. ¿Qué quieren mis estudiantes para el futuro? No todos lo tienen tan claro, pero coinciden en lo mismo: Todos quieren un futuro mejor.
Quizás en nuestro contexto el café sea el color de la esperanza. Los invito a seguir adelante, que aún queda mucho año.