En septiembre, el mes de la chilenidad, los colegios y el país se visten de blanco, azul y rojo para celebrar la patria. La comida, la música y la historia se vuelven parte de una gran fiesta que llama a todos a participar. Por eso mismo, esta amplia convocatoria debe considerar las múltiples culturas que habitan de Arica a Punta Arenas y que hoy incluye a las miles de personas extranjeras que han encontrado un hogar en Chile.
Derriba Fronteras, una organización social que trabaja por la integración cultural en los establecimientos escolares del país, tiene algunos consejos para trabajar en esta línea. “El 18 es una súper buena plataforma para visibilizar otras culturas y hacer una fiesta multicultural y no solo chilena”, cuenta Pamela Isla, directora de la fundación que este año fue ganadora de Incuba Enseña Chile.
1.- Desarrollar la empatía: Es esencial que exista dentro de los cursos una instancia para conocerse, donde los estudiantes puedan entender en profundidad la realidad y la historia de sus compañeros extranjeros. Así sabrán por qué llegan a Chile y generarán empatía y vínculo con los otros. Se pueden derribar muros y diferencias si se trabaja en conjunto, porque no es posible generar este valor sin el apoyo de otros.
2.- Ser un ejemplo: Para alcanzar la interculturalidad en el aula es necesario que el círculo cercano de los niños y jóvenes trabaje la educación y sensibilización sobre el tema. Hay muchos mitos sobre la inmigración y por eso es importante que los apoderados complementen en casa el trabajo de interculturalidad. Los prejuicios y la discriminación se generan principalmente desde el hogar, por lo que los padres deben informarse bien para transmitir un discurso claro a sus hijos.
3.- Abrir el aula: Con pequeñas acciones dentro del aula es posible trabajar y avanzar hacia un enfoque intercultural. Por un lado están las actividades de visibilización, donde los mismos estudiantes extranjeros tienen la oportunidad de mostrar su cultura a sus compañeros. Esto debe estar apoyado por un trabajo docente constante donde se involucren estas culturas en el curriculum de las asignaturas. Por ejemplo, al ver mitos y leyendas en Lenguaje y comunicación, buscar ejemplos de todas las culturas presentes en el aula y así potencial el aprendizaje de todos y todas.
Los docentes saben la importancia de que un aprendizaje sea significativo para los estudiantes y es por eso que incorporar las culturas diversas en el aula es necesario. Esto va hacer sentido para los niños y jóvenes provenientes de otras raíces pero también para todos, porque va a enriquecer la sala de clases. “Lo que busca al final el enfoque intercultural es que todas las culturas tengan una relación horizontal dentro del aula y eso es lo que buscamos nosotros como Derriba Fronteras”, enfatiza Pamela Isla.