Enseñar en el norte del país: una experiencia transformadora - Enseña Chile
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Ubicada en la provincia de Iquique, Alto Hospicio es una de las comunas que conforman la región de Tarapacá y donde actualmente se encuentra María Ignacia Arratia, quien en 2021 se unió a la red de 230 profesores que son parte del Programa Liderazgo Colectivo de Enseña Chile. 

Con la educación como foco, la ingeniera comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile decidió postular al programa con la idea de contribuir con el aprendizaje de niñas y niños en zonas vulnerables. De esta manera, se trasladó desde Santiago para desempeñarse como profesora de matemáticas en Colegio Sagrado Corazón de Jesús. 

  1. ¿Qué te motivó a postular a Enseña Chile?

A pesar que estudié Ingeniería Comercial, siempre me interesó la temática de educación y cómo generar cambios a través de ésta. Sin embargo, siempre he sentido que para hacer cambios reales y entender cuál es el problema en profundidad, hay que pasar primero por la sala de clases. 

  1. ¿Qué te motivó a irte al norte?

No conocía mucho y aunque me cuestioné si venir o no, lo que realmente quería era hacer clases, por lo que decidí venir a la aventura. Sabía que iba a ser un gran desafío, conociendo la alta vulnerabilidad de los colegios. 

  1. ¿Cómo ha sido tu experiencia viviendo en el norte?

Me ha encantado, todo ha sido mejor de lo que esperaba. He disfrutado mucho del clima, poder dar paseos a la playa el fin de semana, hacer más deporte y vivir de manera más saludable. También he formado un grupo de amigos y he podido conocer otros lugares como Colchane, Pozo Almonte, Arica, Tacna y muchos otros lugares más pequeños que sin duda vale la pena conocer. 

  1. ¿Cómo has vivido la red regional de Enseña Chile?

Para mí ha sido una experiencia bastante positiva, porque llegamos el año pasado en pandemia, entonces hacer amigos o redes en el mismo colegio era difícil de manera online y en ese sentido la red ayudaba a sentirse más acompañada, ya fuera juntándonos o compartiendo experiencias. De hecho, fueron un gran apoyo durante mi primer año en Alto Hospicio, considerando que estaba sola. 

  1. ¿Qué ha sido lo más significativo de tu experiencia como profesora?

Yo creo que sobrellevar mi jefatura. He tenido una jefatura que me ha hecho enfrentar distintas situaciones como temas de comportamiento, de salud mental, convivencia dentro del aula y un sinfín de aspectos en los que me he tenido que apoyar en las redes del colegio, de Enseña Chile y mis colegas, para superar esos desafíos y los que, a la larga, me han hecho crecer como profesional. A pesar de todo eso, el vínculo que tenemos ahora con mi jefatura es mucho más grande y lo que han crecido ellos también como curso es trabajo de ellos y en general, de toda la comunidad educativa. 

  1. ¿Qué sientes que has aprendido en este tiempo como peCh?

He aprendido un sinfín de cosas. En lo personal, venir a vivir sola, sin familia ni amigos a otra región y aprender a vivir aquí, gestionando mis tiempos y recursos. También está lo que he aprendido en la sala de clases, como por ejemplo enfrentar una clase, lidiar con cada niño porque cada uno es un mundo y hay que ver la historia detrás para entenderlos. Yo creo que uno nunca deja de aprender y todos los días van saliendo distintos desafíos que te permiten aplicar lo aprendido en esta experiencia para hacerlo mejor.  

  1. ¿Qué le dirías a una persona que está pensando postular?

Creo que hay estar completamente decidido, porque no es una experiencia fácil. El profe, además de ser profe, es apoyo de los estudiantes y entre los apoderados, entonces es una experiencia que consume mucha energía y si bien es lo más rico entrar a la sala de clases, uno muchas veces deja cosas de lado por preparar una mejor clase. En mi caso yo estaba muy convencida que esto es lo que quería, porque quiero impactar la educación y quiero seguir trabajando, pero si hay alguien que no está seguro le diría que lo piense mejor. En el caso de personas que estén decididas, les diría que lo hagan porque es la mejor experiencia y que no se van a arrepentir. A mí me ha gustado muchísimo y por eso me quedo un año más. El crecimiento personal y profesional que da la sala de clases difícilmente te lo va a dar otro trabajo. 

  1. ¿Qué le dirías a quienes tienen dudas de irse a vivir el programa en el norte?

Le diría que el norte es lejos la mejor región, porque es un lugar donde se necesitan muchas manos y faltan muchos profesores. Si bien aquí el contexto es muy vulnerable, los niños quieren salir adelante y la resiliencia que tienen es admirable. Además, son muy cariñosos y te reciben con mucho amor en la sala. Aparte de lo laboral, el norte tiene buen clima y un sinfín de deportes como sandboard, pádel fútbol y deportes acuáticos. Es una ciudad pequeña y amigable, con una cultura totalmente distinta y muchas tradiciones que conocer. Creo que el norte enamora y dan ganas de quedarse aquí un buen tiempo.

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