“Having fun doing math”, investigación académica inspirada en el aula - Enseña Chile
Cerrar

 

Un apoderado recibe un mensaje de texto con instrucciones de actividades para realizar con su hijo. La acción es sencilla, salir juntos a un paradero y contar autos por un minuto. Ese número será usado al día siguiente en la clase de matemáticas para aprender probabilidad.

Esa es la base del experimento realizado por los autores del paper “Having fun doing math”, Macarena Santana, Alumni 2015 de Enseña Chile, Miguel Nussbaum, académico e investigador de Ingeniería UC, Raimundo Carmona, magister UC, y Susana Claro, académica de la Escuela de Gobierno UC y cofundadora de Enseña Chile. El equipo quería medir el impacto de involucrar a los padres en la educación de los estudiantes a través de acciones simples ligadas a las matemáticas.

La idea surgió de la experiencia de Macarena Santana en la sala de clases, durante su paso por Enseña Chile entre 2015 y 2016. Tras una simple actividad en la que pidió a los alumnos llevar a clases las edades de todas las personas que vivían en su casa para estudiar promedios, vio cómo la motivación de los niños para aprender subió mucho.

La investigación que vino después concluyó que efectivamente existía una relación entre estas acciones y el aumento de las notas en la asignatura de matemáticas. «Entrevistamos a los apoderados y finalmente lo que más se repetía era lo divertido que era estar con sus hijos. Ahí pensamos que, si este tipo de experiencias eran importante, era por las risas», relata Macarena.

«El sistema escolar tiene muy abandonado al apoderado, es considerado solo como una característica que no se puede cambiar. Pero los apoderados están ávidos de apoyar a sus hijos, de apoyar el proceso educativo del profesor», comenta Susana Claro, coautora del paper, académica de la Escuela de Gobierno UC y cofundadora de Enseña Chile.

La investigación fue publicada en la revista estadounidense Journal of Research on Educational Effectiveness y ha tenido un muy buen recibimiento a nivel internacional. «Al final es un empujón, no solo para la comunidad de investigadores sino también para la comunidad de actores educativos de hacer algo distinto, de atreverse», reflexiona Santana.

Compártelo en Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Linkedin

Artículos Relacionados