El 80% de los egresados de Enseña Chile sigue trabajando e impactando en educación desde distintos sectores después de terminar el Programa de Liderazgo Colectivo. La academia es uno de los espacios donde recurrentemente pueden aportar, como es el caso de siete Alumni que son parte del Programa de Práctica Avanzada UAndes-Aptus.
Esta iniciativa busca formar a los futuros profesores desde el terreno, con énfasis en acortar la brecha entre los conocimientos entregados por la facultad y la práctica en las escuelas. «El programa pone a la escuela en el centro de la formación de los profesores», reflexiona Víctor Ruiz, director de este proyecto, Alumni 2010 y director del área de Docencia Aplicada en Aptus. «Permite que la escuela no sea solo un lugar donde se forman los niños sino que también los adultos, donde puedan desarrollar su potencial», asegura.
En este proyecto Víctor trabaja junto a los Alumni Carol Neumann (2013), Óscar Araneda (2012), Jimena Saavedra (2010), Andrea Tapia (2012), Magdalena Ortiz (2013) y Carmen Loyola (2015). Ellos comparten la convicción de que la calidad de los profesores es parte fundamental de las soluciones al problema de la educación en Chile (97% de los Alumni lo cree según la última encuesta), y que la sala de clases debe ser el principal espacio de formación de estos profesionales.
EL APORTE DE LA PRÁCTICA
El Programa de Práctica Avanzada UAndes-Aptus fue levantado en 2018 por el interés de la Facultad de Educación UAndes por aumentar y mejorar los espacios de prácticas en sus carreras. «Toda la literatura dice que estamos en deuda con nuestros estudiantes de educación porque les falta práctica durante sus estudios. Pasaba que las universidades tendían a ser muy teóricas», comenta Carol Neumann, subdirectora de Formación Práctica de la Facultad de Educación UAndes.
Los estudiantes que cursan el último año de Pedagogía en Educación Básica y los del Programa de Pedagogía en Educación Media para Licenciados son quienes reciben esta formación. Ahí cuentan con clases teórico-prácticas de parte de docentes que siguen trabajando en colegios y que, por tanto, enfrentan diariamente los desafíos actuales de las aulas. Además, el programa capacita como mentores a profesores de los centros de práctica para que acompañen y retroalimenten a los profesores iniciales.
«En las escuelas están los desafíos y la identidad profesional del profesor en formación. Hacemos que los futuros profesores estén con los pies en el aula para que su cabeza esté pensando y problematizando desde el terreno», reflexiona Víctor sobre este sistema.
Óscar Araneda, docente del programa y profesor de Lenguaje en el Liceo Amanda Labarca de Vitacura, reflexiona sobre el impacto de esta metodología. «En mi experiencia, la formación que me dieron en la universidad no fue la mejor en el área pedagógica. Lo que espero ver en ellos es mucha seguridad con respecto a lo que pueden llegar a hacer en la sala de clases. Espero titular a fin de año a profesores que tengan certeza de lo que van a hacer desde el día uno en su trabajo», concluye.