Conversemos
Un juego puede ser el inicio de historias maravillosas que permitan el diálogo y el encuentro con el otro. Ese es la convicción de Editorial Pululo con sus «cubos narrativos», un material sencillo que liberaron en el contexto de la crisis social y que tenían guardado de un proyecto de materiales educativos de hace un par de años. Cuando comenzó la crisis por el Covid-19 vieron que muchas organizaciones compartieron tutoriales, ideas de cosas que hacer con los hijos y ahí se les ocurrió compartir algo que fuera fácil de armar.
«Es una actividad familiar que implica una gestión de los adultos, necesita un diálogo en la familia poder materializarse y también el juego. El objetivo del juego es fomentar la capacidad de narración a partir de imágenes. El beneficio para las familias de este tipo de juegos es conocerse a través de los imaginarios de cada miembro desde una determinada imagen», cuenta Javiera Delgado, fundadora de la editorial, antropóloga, ilustradora y Alumni 2017 de Enseña Chile, sobre los beneficios de los cubos.
Su búsqueda por aportar al aprendizaje de niños y niñas desde sus contextos va más allá y tiene que ver con su historia. Editorial Pululo es una editorial infantil que nació en 2015 por una iniciativa de Delgado y Jairo Troppa, diseñador y pareja de Javiera. «Empezamos a integrar conocimientos de diseño, de artes, de distintas disciplinas en pos de valorar conocimientos diversos», recuerda Javiera sobre la motivación inicial que tuvieron para comenzar su proyecto.
Después de trabajar proyectos más pequeños, como postales, su primer libro editado fue «La Ronda de la Mariposa» de Catalina González, un libro arte para niños que fue publicado en 2017. Además de libros también han trabajado material didáctico y juegos siempre con un foco intercultural y usando metodologías participativas. Actualmente están trabajando para publicar el libro «Abuela Alicia», una historia sobre actividades y cuidados del hogar con enfoque de género escrito por el colectivo Aquelarre.
«Lo que me moviliza es tener un espacio para jugar, crear, proponer, inventar de acuerdo a nuestro criterio editorial. A nivel social, me moviliza el impacto que generamos. Muchas veces los procesos de aprendizaje son descontextualizados, entonces, el motor que tenemos es plantear cosas de forma cercana y real para niños y niñas», reflexiona Delgado sobre la trayectoria que han tenido hasta ahora la editorial.
