En el colegio Paula Jaraquemada de Recoleta, en la región Metropolitana, la periodista María Eugenia Rojas hizo clases de Lenguaje en enseñanza media y fue profesora jefe del segundo y tercero medio de Katherine Coloma Soto.
Diez años después, en el colegio Rosario Concha, en La Florida, la nueva profe Katherine, ahora con 25 años, sigue los pasos de quien fuera su profesora jefe.
- ¿Cómo ha sido tu experiencia haciendo clases de Matemáticas?
Mi experiencia ha sido maravillosa. Comenzando porque es primera vez que me siento tan cansada físicamente, pero emocionalmente bien (súper bien), y no al revés. Hacer clases siento que ha revolucionado mi mente, alma y cuerpo. Estoy intentando entregar todo de mí lo mejor posible. Tengo un lazo increíble con mis estudiantes. Me gusta ver sus caritas cuando entienden, cuando me piden el "haz ahora" o me dicen "profe, yapo, pasemos a los ejercicios (práctica individual)". También se acercan, me cuentan sobre sus días, sus vidas, les he dado un hombro para llorar. Es una experiencia intensa, me siento llena.
- Cuando tú estabas en el colegio tuviste una profesora de Enseña Chile, ¿en qué te inspiró María Eugenia Rojas?
Me inspiró su cercanía y el mundo de posibilidades que nos mostraba. Siempre nos inculcó que las excusas no existen. Es increíble como ella nos hacía ver que todo era posible. Siempre estuvo atenta (hasta el día de hoy hablamos). Nos vino a revolucionar las clases con sus presentaciones, contenido. Sentía como estudiante que, a pesar de estudiar en un colegio municipal, estaba recibiendo educación de calidad.
- ¿Qué te marcó de tu peCh? ¿Algún sello especial?
Me marcó el hacer las cosas posibles, los cambios se pueden lograr. Motivó a muchas compañeras a estudiar, a romper el círculo, a creer en sí mismas. Intento motivar a mis estudiantes con lo mismo, les converso sobre las posibilidades de lograr las metas/sueños, que con esfuerzo y perseverancia se puede, que nadie les diga lo contrario.
- ¿Qué te llevó a tomar la decisión de querer ser pech?
Son tres motivos. La primera, querer transformar la realidad. No me gusta esta sociedad y quiero que cambien las cosas, ¿qué mejor que cambiar uno mismo y motivar a otros a hacerlo?, ¿qué tal si entregamos educación de calidad en un país donde no la hay? Decidí incluso estudiar Administración Pública para hacerme cargo desde las políticas públicas y quise siempre trabajar en el área de educación. El segundo motivo, es porque siempre me gustó enseñar. En el liceo, luego de que se fueran los peCh, nos quedamos sin profes. Cuarto medio, se acercaba la PSU y no teníamos profe de Matemáticas, mal. Yo asistía a un preu, gracias a mi papá que se esforzó un montón en que yo me preparara bien para poder entrar a la U, así que tenía material de PSU, pero como no había profe, yo les hacía clases a mis compañeras. Siempre me gustó compartir el conocimiento y esperaba que ojalá todas llegaran a cumplir sus metas. Y, el tercer motivo es porque hice clases en Formando Chile, fui voluntaria. Pablo Hormazábal, su director, fue peCh y me inspiró. El trabajo que se hace ahí es hermoso. Conecté mucho con mis estudiantes, además que estaban aprendiendo. Fue una experiencia movilizadora, quedé con ganas de seguir haciendo clases y aquí estoy.
- ¿Qué profesora buscas ser?
Busco ser una profe que logra que sus estudiantes aprendan, que les gusten las clases y que, además, se sientan importantes. Les repito un montón de veces lo agradecida que estoy de ser su profe, de la oportunidad que ellos me dan de serlo y lo feliz que soy de estar con ellos. Creo que esa energía que les transmito la canalizan y las clases funcionan bien. Sé que no todos los días serán buenos, ni motivados, pero es natural. Es "parte de". Busco mantener esa idea hasta el fin.
- ¿Qué le dirías a quienes están pensando postular y ser parte del programa?
Les diría que es una experiencia que debes vivir al cien. Aconsejaría que debes estar seguro de entrar, hay que tener vocación y entregarse por completo. Debes tener paciencia, no todo resultará de inmediato, no todos actúan del mismo modo, ni todos reciben lo que das de la misma forma. Estamos en un contexto complejo (postpandemia, y con un déficit en salud mental-emocional), hay que tener empatía. Nuestros estudiantes necesitan llenar esos vacíos académicos, pero también necesitan mucho cariño. Hay que mantenerse firme, en todo aspecto. Es un gran desafío que puede cambiarte todo, tal como tú puedes cambiarles todo a ellos.