La vocación por enseñar desde el amor: Óscar Medina - Enseña Chile
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Óscar Medina (27) sabía que la educación era algo que lo movilizaba. Siempre le gustó enseñar y lo había hecho desde el colegio, cuando estaba a cargo de algunos talleres de catequismo, y en la universidad, haciendo clases particulares y luego algunas ayudantías. Por eso, cuando estaba a punto de terminar la carrera de Ingeniería Comercial en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile en 2016, buscó alternativas para desarrollar su vocación y conoció a Enseña Chile. «Lo encontré por internet a inicios de 2016. Postulé en el primer ciclo, inclusive, porque ya tenía más o menos clara la película de que no iba a ejercer en una oficina en el mundo empresarial», recuerda.  

En marzo de 2017 comenzó a hacer clases de Matemáticas para alumnos de tercero y cuarto medio en el Liceo Alberto Hurtado de Quinta Normal. Ahí partió también su formación en el Programa de Liderazgo Colectivo de Enseña Chile, donde aprendió muchas habilidades que han servido en su desarrollo profesional«Si hacemos el símil a la parte empresarial es como liderar un equipo, solo que son menores que  y hay una relación asimétrica de poder. Aprendí de resolución de conflictos, mucho, sobre todo por tener jefatura. Esa resolución de conflictos aprendí a pulirla, manifestar una enseñanza, abrazar a la persona que se está equivocando e ir direccionando el barco para los cursos», destaca Óscar.  

Actualmente, Óscar sigue trabajando ligado a la educación. Pudo desarrollar su interés por la formación integral, ligada al trabajo con habilidades socioemocionales, todo gracias a la experiencia adquirida en Enseña Chile y en su formación universitaria. «La ingeniería, o al menos la FEN, era mucho optimizar los recursos, el tiempo, planificación estratégica, gestión de recursos, ese tipo de cosas que me ayudaron en mi paso por la sala de clasesMe acuerdo en septiembre de mi primer año en el colegio, después de fiestas patrias, ya tenía listo lo que iba a pasar hasta que terminaran las clases. Logré planificarme y eso se lo debo en parte a la universidad», agradece el ingeniero.  

Finalmente, Óscar rescata esta experiencia como algo que marcó su vida personal y profesionalmente. «El principal aprendizaje es que todo se construye desde el amor. Nosotros con mi curso teníamos esa frase y lo que queríamos decir es que, siendo sinceros y humildes, lo que implica harto amor, puedes conseguir lo que sea. Hacer clases eun acto revolucionario y de amor», concluye. 

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