Conversemos
El Liceo Industrial de Santiago, de la comuna de Santiago, Región Metropolitana, se unió a la Red de colegios de Enseña Chile este año contratando a los profesores Macarena Ponce y Matías Aedo, parte del Programa de Liderazgo Colectivo, para las asignaturas de Matemáticas y Física. El establecimiento, que cuenta con 340 estudiantes de primero a cuarto medio y las especialidades de Vestuario y confección textil y Electrónica, ha construido la relación con Enseña Chile casi completamente a distancia debido a la pandemia, sin embargo, ven un gran valor en ser parte de esta red.
«Este vínculo es super potente porque nosotros sentimos que no solo escuchamos al equipo de Enseña Chile hablarnos, sino que también podemos decir lo que vemos. Esta colaboración de ayuda mutua y este seguimiento a pesar de la distancia nos ha permitido generar conversaciones y retroalimentaciones que no son unidireccionales. Nos gusta mucho sentirnos escuchados», opina Isabel Beiza, jefa UTP del Liceo Industrial Santiago sobre su experiencia siendo parte de la red.
Tanto para el establecimiento como para la fundación el aprendizaje que han sacado de la experiencia es potente y bidireccional. «Lo que más destaco del trabajo con este establecimiento ha sido que hemos mantenido una alianza en todos sus sentidos. No es que estemos como Enseña Chile entregando a los profesores algo y que por otra parte el liceo esté entregando otras herramientas, sino que ha existido colaboración. La comunicación ha sido clave para el trabajo que se ha realizado con estos profesores porque hay interés en saber en qué se están formando. También tenemos mucho que aprender de lo que ellos esperan de nosotros y de cómo el perfil de nuestros docentes se adecúa de mejor manera al colegio», destaca Camila González, mentora de ambos profesores de Enseña Chile que trabajan en el Liceo Industrial de Santiago.
Gracias a este trabajo conjunto, los profesores de Enseña Chile han generado un impacto positivo en el establecimiento y sus estudiantes, lo que es rescatado por el equipo directivo. «Ha sido una experiencia super buena, la verdad es que nosotros estamos muy contentos con los profesionales y se nota que están convencidos de que en el aula pueden hacer una transformación social. Reconozco en ambos que, aunque llevan menos de un año en el Programa de Liderazgo Colectivo, tienen un sello muy particular. Si bien son muy distintos en sus caracteres, los dos son super proactivos, tienen iniciativa, tienen un foco muy particular en el contexto y en el desarrollo o búsqueda de estrategias metodológicas que le permitan al estudiante asegurar su aprendizaje», rescata Isabel Beiza.
Con todo, el trabajo colaborativo va más allá de estos profesores y se evidencia en un propósito común, según su experiencia. «Algo que nos vincula bastante con el Liceo Industrial de Santiago es el propósito, el por qué estamos aquí desde distintas veredas. Tienen un equipo directivo con mucha apertura a escuchar y eso nos jugó a favor ya que, más que el simple hecho de colocar un profesor dentro de la sala de clases, levantamos un trabajo en conjunto. Hemos tenido conversaciones muy reflexivas de lo que significa el tema educacional, hemos aprendido mucho de ellos sobre cómo trabajan y sobre sus estudiantes. El foco en los estudiantes que es al final lo que a todos nosotros nos moviliza», concluye Michelle Serni, coordinadora de operaciones de Enseña Chile Región Metropolitana y encargada de la relación con el Liceo Industrial de Santiago.
