María Ignacia Arratia (26 años), profesora de Enseña Chile en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Alto Hospicio, recibió la invitación de un colega y participó de la ceremonia ancestral con que los pueblos andinos de la zona celebran el solsticio de invierno para dar inicio a una nueva etapa en la vida de la naturaleza y las personas.
- Te invitaron a participar de la celebración del Machaq Mara, ¿habías participado antes? ¿Cómo estuvo? ¿Qué te pareció?
Tuve la suerte de que un colega de lengua aymara nos extendiera la invitación de ir a ver el Machaq Mara a Cariquima (en el altiplano). Esta fue la primera vez que iba y la experiencia fue increíble, no puedo estar más agradecida con el recibimiento de la gente de allá. Desde el comienzo hasta el final de la ceremonia, la gente del pueblo de Cariquima te recibe con los brazos abiertos, incluyéndote en sus bailes, pasa calles, fiestas y comidas. Creo que el conocer del lugar donde uno está viviendo no pasa por sólo conocerlo físicamente, sino que también conocer sus culturas, rituales e historias de pueblos originarios. Son estas instancias las que te hacen enamorarte cada vez más de la región y de querer seguir conociéndola (ya que esta es una de las tantas festividades que se celebran por acá).
- ¿Por qué quisiste participar del Machaq Mara?
El conocer un lugar no se trata de sólo ir observar sus paisajes, sino que es más enriquecedor conocer a su comunidad, creencias, sus miles de historias, comidas típicas, etc. El Machaq Mara es una de las celebraciones más importantes para los Aymara, por lo tanto, el haber podido ser partícipe de esto me hace tener una visión más contextualizada de muchos de mis estudiantes, ya que hay varios que tienen descendencia aymara.
- ¿Qué piensas que se realicen este tipo de ritos?
¡Me parece maravilloso! Es difícil en la época que estamos seguir conservando estas tradiciones, ya que con la moda actual no se promueven tanto. Estas tradiciones son parte de la historia de muchos pueblos y es necesario celebrarlas para recordar de dónde vienen. El “alfere” (persona encargada de organizar la celebración) menciona en su discurso lo importante que es para ellos que estas celebraciones no sólo se queden en los abuelos de las familias, si no que vaya pasando de generación en generación para que después sus nietos vayan tomando las tradiciones y haciéndoselas propias.
- ¿Cómo vivieron tus estudiantes y en tu colegio este nuevo inicio Aymara?
Participaron 4 cursos en el acto del Machaq Mara organizado por el departamento de idiomas del colegio. Los estudiantes pudieron ver bailes típicos de pueblos Aymaras y conocer más de sus tradiciones y culturas. Fue un acto sencillo pero muy bonito en donde se logró captar la importancia de esta celebración para nuestra región.
- ¿Qué destacas de que tus estudiantes vivan estas tradiciones? ¿Qué destacas de Alto Hospicio y tus estudiantes?
En mi opinión que mis estudiantes vivan estas tradiciones es muy importante, ya que se empapan de su propia cultura. Si bien muchos de ellos son de descendencia Aymara, la gran mayoría no practica sus tradiciones, por lo que conocer y saber de dónde vienen muchas de sus costumbres o comidas típicas es algo muy enriquecedor, además de ser una manera de prevalecer las tradiciones que se van perdiendo con el tiempo. Lo que destaco de mis estudiantes es su fortaleza y resiliencia. Hay muchos que no les ha tocado fácil, que han vivido cosas que no es justo que les pasen a su temprana edad y aun así vienen con una sonrisa de oreja a oreja a clases con ganas de aprender o de pasarlo bien. Son divertidos, me hacen reír bastante, y también entrometidos (se ríe) quieren saber hasta el más mínimo detalle de tu vida personal. En general, son buenos cabros, querendones y hacen que muchas veces lo difícil que es la pega de profe se haga más amena (aunque si, muchas veces a una también la sacan de quicio).