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Testimonio de Gianfranco Martini, seleccionado del Programa de Liderazgo Colectivo 2022 de Enseña Chile, donde recibirá formación en liderazgo pedagógico, personal y sistémico mientras trabaja a tiempo completo en un contexto de alta vulnerabilidad. Él es ingeniero civil industrial de la Universidad Católica y trabajó durante tres años en Desafío Levantemos Chile antes de decidir hacer un cambio en su carrera para dedicarse durante dos años a la educación.
«La primera vez que escuché de Enseña Chile fue cuando estaba terminando la universidad: traté de postular entendiendo la misión y visión de la fundación, la cual la comparto mucho, de entregar una educación de calidad para todos los niños y niñas de Chile. En ese momento no continué por este camino, pero me siguió haciendo sentido que la educación es una de las brechas principales que tenemos que abordar como sociedad para un desarrollo sostenido y sostenible.
Este año me decidí a postular porque, después de trabajar en Desafío Levantemos Chile, vi que en el fondo para disminuir las brechas de desigualdad la clave es la educación y de calidad. Porque educación puede haber, pero si esta no es fructífera, no es inspiradora, no es dinámica, no te moviliza a salir de tu contexto, a creer mucho más en ti mismo y a crear más oportunidades. Yo siento que tengo que retribuir a la vida, a mi país y a las personas con un poquito de mi esencia, energía y tiempo.
Cuando trabajaba en el área de emprendimiento de Desafío Levantemos Chile me tocó hacer muchos talleres y charlas de sostenibilidad y algunas de contabilidad y finanzas. Esa experiencia de exponer frente a un público, enseñar y transmitir conocimiento fue algo que me marcó. Le agarré el gusto y me dieron un muy buen feedback a pesar de no tener mucha experiencia en eso. El último día de una de esas experiencias, cuando capacité por el proyecto "Desafío Maule Futuro" en la Región del Maule, el grupo con el que trabajé que era el de la costa, llegó con cartas y regalos para mí, por la entrega de mi trabajo.
Fueron hartas las personas que me marcaron cuando trabajé en ese proyecto, me dejaron mucho por esa esencia que tienen de humildad, gratitud, con una energía muy linda, que al final es por eso que yo hacía lo que hacía. Las personas que conocí en ese camino por los vínculos que se hicieron, las redes que generaron y las experiencias que se vivieron, me ayudaron a crecer mucho y llegar a donde estoy. Justo en ese periodo falleció mi papá, que para mí fue un remezón fuerte, y me quedó un impulso por hacerlo sentir orgulloso. Al final mi vocación tiene un trasfondo bien personal, hoy nadie me saca del mundo social.
Actualmente estoy preparándome para entrar a la sala de clases con Enseña Chile. Necesito sentirme seguro para contribuir con un granito de arena a todos los niños y niñas a quienes me toque enseñarles. Este es un desafío no menor porque al final estás sembrando semillas en un campo que es fértil, donde para mí el gran logro será inspirar a las personas a seguir sus sueños y siento que eso es mucho más importante que seguir una carrera: Es perseguir lo que uno quiere.
Finalmente, para mí Enseña Chile una fundación que se está haciendo cargo de aportar a una necesidad país. Felipe Cubillos siempre decía: "El estado no se la puede solo" y ahí entran distintas organizaciones del mundo corporativo y de la sociedad civil, donde se tienen que buscar implementar modelos todos se involucren para conseguir cambios de manera sostenida y sostenible. Este es un lugar que se alinea con lo que yo quiero y busco, así que creo que tomé la decisión correcta».
