Enseña Chile
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Nacido y criado en La Pintana, Fabián es el quinto de ocho hermanos. Estudió toda la vida en el Colegio José María Caro de la Fundación Belén Educa, establecimiento en el que hoy trabaja como profesor de especialidad en Administración. Sus padres se esforzaron en su crianza y la de sus hermanas y hermanos para que nunca les faltara nada. “No tienen profesión. Mis papás fueron personas vulnerables en el sistema, no terminaron el colegio. No tuvieron acceso a la educación que yo tuve”, cuenta.

El colegio en el que estudió fue para Fabián un lugar de acogida y una gran fuente de apoyo. “Cambié como persona, fui creyendo en mí de a poco. Yo pensaba que no tendría futuro y no tenía aspiraciones", cuenta. “Luego el colegio me expandió los horizontes con la educación técnico profesional”.  

El ingeniero declara que no fue el estudiante más destacado cuando niño, pero en la enseñanza media se ordenó, sobre todo cuando escogió la especialidad TP en administración, que le atraía mucho. Fue justo en tercero medio que conoció una profesora de Enseña Chile (peCh) que le abrió la mente a nuevas oportunidades, aunque no fue la primera docente perteneciente a la fundación que conocía. “Los PeCh tenían algo que los diferenciaba: trabajan con un muy claro propósito contigo. Si bien no eran profesores de profesión, tenían claro qué querían enseñarte y siempre con la mejor disposición. Me encariñé mucho con la especialidad y la educación TP gracias a eso. Me reencanté con la educación", cuenta. 

Justo antes de terminar el colegio, Fabián realizó prácticas en empresas que, según narra, le permitieron conocer otro mundo. Al terminar esa etapa, entró a la universidad a estudiar Ingeniería en Administración de Empresas con mención en marketing. “Me sentí mucho más adelantado que mis compañeros gracias a la educación TP. Me sentía mucho más preparado", asegura.  

Volver al colegio 

“Siempre quise volver a mi colegio y devolver la mano: ese cariño que recibí, el trabajo que hicieron conmigo, pero pensé que sería más adelante”, declara Fabián. Sin embargo, su futuro profesional tenía otros planes. Luego de ir a su ex colegio a dar una charla, la directora del establecimiento le ofreció un trabajo. En primera instancia tenía relación con el área contable, pero Fabián le confesó que le gustaría hacer clases. 

En 2022, tras un mes como profesor, el colegio le ofreció a Fabián la oportunidad de hacer clases a tiempo completo y con la jefatura de tercero medio. “Fue difícil al principio, pero me empapé de ellos. Tomé la batuta del curso y empecé a motivarlos. Pasamos a cuarto medio y ha sido uno de los mejores años de mi vida”, cuenta Fabián.  

Para el profesor, el sacar un cuarto medio en la especialidad que a él tanto le gustaba fue muy especial. “Era la misma graduación que yo tuve, pero ahora yo era el profesor", cuenta.  

Fabián recuerda que ese año estuvo lleno de momentos especiales e incluso más de alguna vez le sacaban lágrimas de emoción: "Las palabras que me decían, la valoración que me daban. Ni yo dimensionaba lo que vivía. Me motivaba todas las mañanas a levantarme, a darlo todo”. Profundiza que “siento una conexión especial con lo que estoy haciendo, por haber estado en la misma situación que están ellos”, cuenta sobre su rol actual. 

 

Educación Técnico Profesional 

Para Fabián, el impacto de la educación TP puede ser profundo y significativo, ya que, según reconoce, proporciona habilidades específicas y concretas para desenvolverse en distintas áreas del mundo laboral y contribuye al desarrollo económico que puede tener el país. 

En su experiencia, la vinculación que tuvo al mundo laboral fue clave para conocer las distintas oportunidades que tiene la vida y adquirir una serie de habilidades que son imprescindibles en su desarrollo profesional. “Herramientas como el manejo de tecnología, conocer el computador, usar Office, la capacidad de hablar en público, expresarme mejor, trabajar la seguridad y la confianza en mí mismo, entre otras”, declara.  

Al respecto de los desafíos de la educación TP, Fabián identifica el estigma social, la infraestructura y recursos y la actualización curricular. "Se percibe como una opción menos válida o de menos valor que la científico o humanista”, revela. “Falta invertir recursos, falta mejorar la infraestructura con equipos, mejorar materiales para dar la educación de calidad que merecen los estudiantes", añade. Por último, considera que “siempre hay que estar actualizando el currículum”. 

Finalmente, Fabián confiesa que lo que más le motivó a desarrollarse profesionalmente en la educación TP fue su propia historia y hoy se sigue inspirando al ver el avance de sus estudiantes. “Yo creo que no hay nada más gratificante que entregarle un granito de arena para que ellos sean grandes profesionales o grandes creadores de proyectos. Que se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades y que puedan demostrar que la educación TP si te ayuda a ser un gran profesional” cierra. 

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