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El Simce debe dejar de ser una herramienta punitiva que aumente la brecha entre los estudiantes. Hoy en día los colegios con mejores resultados reciben más recursos, dejando de lado los colegios que realmente necesitan más apoyo. Esta prueba debe ser una herramienta de medición para lograr mejoras y no solo una evaluación de contenidos que un grupo de estudiantes logró en un punto de su educación.
Bajo esta mirada la idea de no publicar los resultados de Simce, a pesar de tener la buena intensión de disminuir la discriminación de los establecimientos educacionales, no está encaminada hacia el objetivo correcto que es mejorar la calidad de la educación.
«Los colegios, como todas las organizaciones, tienen que hacer sus ciclos de aprendizaje y ver si lo que están implementando está generando resultados, para eso necesitan tener instrumentos de medición. La discusión importante sobre el Simce es si efectivamente se está utilizando para poder mejorar, si reciben la información oportunamente y si les sirve para tomar decisiones», opina Javiera Horta, directora de regiones y vocera de Enseña Chile.
Para lograr esto es importante que los resultados estén disponibles en el mínimo tiempo posible y no seis meses después, como ocurre hoy. Una entrega oportuna de la información permitiría a los profesores y directivos tomar acciones concretas e inmediatas que impacten en el aprendizaje de sus estudiantes antes que pasen de curso, cambien de ciclo o de colegio o ya no tengan los mismos docentes.
«Si tenemos colegios que a la larga son organizaciones que aprenden, que están constantemente haciendo estos ejercicios, están avanzando en la línea correcta. Tendremos colegios que tienen evidencia y toman decisiones centradas en que la calidad y los aprendizajes de los estudiantes mejore», analiza Horta.
