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Ansiedad matemática
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Testimonio de JR, estudiante de Héctor Domínguez, profesor de Enseña Chile en Lo Espejo.

«Es el componente social lo que enciende esa ansiedad ya que en privado dichos cálculos se podrán lograr, quizá con más esfuerzo, quizá con más tiempo, pero se logrará. En ningún momento te bloquearías, es emocional y no intelectual, es tan simple como tener la capacidad para ello. Pero las dudas sobre ti mismo solo te harán creer que de hecho eres malo en matemáticas y, como nunca te tomaste el tiempo de aprenderlas, ese sentimiento repercutirá en tu intelecto.  

Ese miedo viene a raíz de ideas erróneas y muy extendidas; ideas que sirvieron para humillar. Una de esas ideas que justifica el resto es: "hay gente que se le da mejor las matemáticas". No por creer que lo han estudiado o analizado más sino por creer que es innato. Pero como otra persona no lo ha entendido a la primera entonces solo puede significar que es del otro bando, del de la gente que no es buena en matemáticas, y así se termina aceptando como una especie de estigma psicológica. Se cree eso porque mal atribuimos rasgos a los que son buenos, creemos que se nace con la habilidad y NO es así. De pequeño te hacen creer que contar con los dedos es malo y no es verdad, de hecho, es la mejor técnica para poder visualizar algo tan intangible como los conceptos matemáticos. 

También creemos que si no se consigue la solución rápidamente es porque no te lo sabes y tampoco es verdad. Quizás la creencia más peligrosa es que creemos que debemos aplicar el raciocinio que nos enseñan como la única manera de resolver el problema en cuestión. Por ejemplo, sumar 9 es una incordia a veces, pero sumar 10 y restarle 1 es infinitamente más sencillo y los dos llevan al mismo resultado. NO HAY UNA ÚNICA MANERA DE HACER LAS COSAS Y ES ALGO QUE INCLUSO LOS PROFESORES TIENEN EN CUENTA, PERO SOLO SE LIGAN A SU MÉTODO DE ENSEÑANZA QUE, POR SUBJETIVIDAD, ES EL MÁS SENCILLO.  

Con todo eso y mucho más se puede humillar y se humilla. Por poner otro ejemplo, en básica usualmente te enseñan a aprender las tablas con una canción. Luego al momento de resolver una ecuación solo se centran en ella y es por eso que cuando una persona le pregunta al niño algo así como "eh, niño, ¿cuánto es 7×7? Vamos, rápido o no te lo sabes, uuuh que lento" de forma imprevista, el chico se congela y se le vuelve difícil conseguir la respuesta teniendo en mente los estándares que ya se han presentado con anterioridad. Esa innecesaria cuestión de contestar lo más rápido posible para dar a entender que eres bueno, o simplemente no salir humillado, mantiene al chico en un aprieto donde lógicamente se encierra solo en la idea de responder rápido bajo esa presión, lo que ocasiona que se le dificulte su aprendizaje y su respuesta en el momento, cuando lógicamente si no tocas las matemáticas ni con un palo es obvio que se te dificultará incluso más. 

fin de cuentas si esa ansiedad del momento se genera a un nivel desbordante, lógicamente no podrá contestar siquiera o se le tornará aún más difícil. Mientras pasa el tiempo, esa posición se convierte eun insulto hacia su propio intelecto, lo que lo lleva a lo que dije en un inicio: sentir que es malo en matemáticas (lo cual es incorrecto). Después lo lleva directamente no poner interés en ellas, cuando el problema en verdad no es él y fácilmente podría aprenderlas. 

Lamentablemente, para solucionar estos problemas solo se puede hacer comenzando desde los inicios de un ciclo o generando una intervención en los profesores de alumnos más grandes que pueden llevar dicho cambio y entenderlo. Esto solo deja un punto a tratar que sería el cómo la sociedad actúa y juzga ante los conocimientos y así lograr que la ansiedad que se genera por ellos no te consuma y genere una autoetiqueta como el ser malo en las matemáticas. 

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