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El último paso de la Teoría de cambio, principal metodología de emprendimiento, es la medición de impacto. Este proceso es la etapa cúlmine del primer ciclo de un proyecto y permite definir, a través de distintos indicadores, si una iniciativa ha logrado sus objetivos.

Para quienes recién comienzan a emprender la medición de impacto se puede ver lejana. Normalmente no se hace antes de que un proyecto cumpla cinco años de trabajo. Sin embargo, es importante que siempre se encuentre en la planificación para que en el futuro se pueda generar una medición de calidad que permita dar cuenta de la rentabilidad social de una iniciativa.

Incuba Enseña Chile generó los siguientes consejos sobre cómo enfrentarse a este proceso en etapas tempranas de un emprendimiento.

  1. Investiga:

Antes de comenzar a pensar en la medición de impacto de un emprendimiento es importante buscar iniciativas similares en otras partes del mundo que ya hayan realizado este proceso. Estudiar esas mediciones permitirá identificar los elementos clave y aprender en base a una guía con experiencias reales. La principal impulsora de este tipo de investigación en innovación social es J-Pal, organización que tiene un banco de medición de impacto de uso libre. Ese es un buen lugar para comenzar a investigar.

  1. Definir indicadores:

Primero es el qué: el objetivo principal de una iniciativa debe estar claro desde un comienzo. Por ejemplo, el emprendimiento Derriba Fronteras busca generar un aula intercultural. Independiente de que cambie el cómo se llegará a esta meta a medida que el producto o servicio se vaya perfeccionando, el objetivo será el mismo.

  1. Definir instrumentos

Después está el cómo. Es necesario levantar datos con los que se medirá la intervención que un emprendimiento social genera en un contexto. Lo más común en la etapa inicial, por su bajo valor, es el uso de encuestas. Pero es importante que estas sean de calidad y realmente midan lo que dicen medir. La forma puede variar en el tiempo dependiendo de los recursos que se levanten, pero toda esa suma de datos permitirá ir viendo los avances de un proyecto y a mediano plazo generar una medición de impacto concisa y de calidad.

  1. Aislar variables:

La rigurosidad al momento de medir indicadores de un proyecto es clave. Para esto no sirve solo el qué y cómo se mide sino que también es necesario definir las variables externas a un emprendimiento que puedan afectar los resultados de su acción. Tras esto se deben buscar mecanismos para aislar dichas variables con el objetivo de probar que efectivamente las medidas realizadas por una iniciativa tienen como consecuencia los objetivos que se ha planteado.

  1. Buscar financiamiento:

Solo después de cinco años de trabajo un emprendimiento debería pensar en hacer una medición de impacto. Con todos los indicadores que ha levantado en el tiempo debe buscar, recién ahí, un ente externo que pueda hacer esta evaluación. En Chile J-Pal y Cuantix son algunos de los organismos que lo realizan. Los costos de este tipo de procesos no son menores a los 30 millones de pesos, por lo que es muy necesario levantar recursos. Corfo, en algunas de sus líneas, y entidades como el BID tienen concursos específicos para el financiamiento de esta etapa. 

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