Daniela conoció Enseña Chile luego de que la fundación llegara a su universidad a contar la experiencia de otros participantes. Tras estudiar dos carreras - Pedagogía Media en Historia y Licenciatura en Historia – nuestra alumni se convenció de entrar al programa que sabía le entregaría las herramientas necesarias para contribuir a la educación desde su rol como docente.
Su experiencia como PeCh fue muy desafiante. Confiesa que había mucho que aprender en la parte administrativa de la educación, como en la sala de clases con una jornada completa en ocho cursos de 45 estudiantes. “Es aquí donde entra el Programa Enseña Chile, el que me entregó acompañamiento, contención y formación en estos temas, para seguir adelante con la principal razón que me llevó a estudiar pedagogía y entrar al programa: que mis estudiantes tengan un desarrollo integral y logren cumplir sus metas en cualquier escenario y contexto”, comenta Daniela.
Según cuenta, hubo momentos en donde parecía que todo se salía de las manos, pero su mentora era quien la ayudaba y motivaba a reencontrarse con el propósito de su rol. “Me entregaba un buen consejo, palabras de apoyo y herramientas para abordar las distintas situaciones que me agobiaban en la sala de clases. Me hizo creer en mí y en mis fortalezas y me entregó los instrumentos y estrategias necesarias para mejorar en los distintos ámbitos de los ciclos formativos durante 2 años. Y ya después todo parecía mucho más simple y me sentía preparada, motivada y enfocada en continuar por mis alumnos y por mí misma”.
El trabajo en red fue, sin duda, uno de los elementos a destacar del programa en la experiencia de Daniela. El saber que, a lo largo de todo Chile, había profesionales que estaban viviendo las mismas alegrías y desafíos que ella, era una motivación muy grande. "Todos estábamos en esa sala de clases por una misma razón y meta en común: entregar oportunidades donde no las hay y dar educación de calidad siendo más que un profesor de asignatura", asegura.
Tras vivir estos desafíos y adquirir los aprendizajes, Daniela cuenta que el cambio personal fue inevitable. "Desde la firmeza de mi vocación como profesora hasta el sentido de mis clases, donde el foco no es solo que mis estudiantes aprendan y se encanten con la Historia, sino que también crezcan como personas integrales: que se sientan queridos y escuchados; que sus emociones sean validadas; que respeten y ayuden a los demás; reconozcan lo que sienten; expresen y fundamenten su opinión; y que se desafíen a ellos mismos”, cuenta.
Además de lo personal, su experiencia en el programa, desde la Escuela de Verano, el trabajo con su mentora, los ciclos de formación y encuentros formativos, también significó un crecimiento profesional importante, que resultó en competencias y habilidades que utiliza hasta el día de hoy.
"Aprendí una serie de estrategias para planificar una clase centrada en que los estudiantes son los verdaderos protagonistas; a otorgar mucho espacio a la participación y al refuerzo positivo; a monitorear el trabajo en clases; que hagan visible lo que piensan y reconozcan lo que están aprendiendo; a crear un ambiente apto para el aprendizaje con la técnica del 100% de silencio y de respetar los turnos de habla”, cuenta Daniela, quien asegura que, aunque estas metodologías requieren tiempo y paciencia, las sigue implementando ya que valen totalmente la pena.
Daniela ve la participación en el Programa de Enseña Chile como una oportunidad de entregarse a los demás, con un camino lleno de desafíos y aprendizajes, pero que culmina en alegría y mucha satisfacción. Nuestra alumni hace la invitación a todos los profesionales que estén pensándolo, a que se atrevan a vivir esta experiencia única.
“Este programa es una oportunidad de darse a los demás, con una entrega no carente de desafíos y dificultades, pero cuyos beneficios no se ven reflejados materialmente, sino que, en la formación integral de personas, de estudiantes expectantes por salir al mundo, y que necesitan de alguien que los escuche, que los quiera y que verdaderamente crea en que son capaces de lograr lo que se propongan y le entregue las herramientas necesarias para ello, sin importar el contexto. Ese es el valor más grande que te entrega el programa y te invito a vivirlo y experimentarlo por ti mismo”, cierra.