Enseña Chile
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Testimonio de Víctor Rodríguez, ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile y egresado del Programa de Liderazgo Colectivo de Enseña Chile. Su interés por la educación lo llevó a ser parte de este programa entre 2016 y 2017. Gracias a ello hizo clases en la especialidad técnico profesional (TP) de Mecánica del Colegio Marista Hermano Fernando en Alto Hospicio mientras se formaba en liderazgo pedagógico, personal y sistémicoActualmente trabaja en el cargo de Ingeniero de proyectos vinculado a la eficiencia energética en CEGA de la Universidad de Chile. 

«Conocí Enseña Chile a través de la difusión de la universidad. Me motivé a entrar porque siempre tuve mucho interés en el tema de educación. Había participado en voluntariado, hecho clases de matemática en escuelas cercanas a la universidad, participé de instancias de acompañamiento como tutorías a estudiantes de media y un preuniversitario social. El 2011 fui parte activamente del movimiento estudiantil y de alguna forma pude involucrarme o conocer el contexto de la educación en Chile. Cuando me titulé quise hacer algo distinto a trabajar inmediatamente como ingeniero, así que se me hizo bastante evidente la posibilidad de hacer clases a través de Enseña Chile.  

A nivel profesional adquirí muchas herramientas que son muy valiosas, que hoy día las ocupo desempeñándome en un cargo distinto al de profesor: gestión del tiempo, la gestión de personas, en la identificación de procesos y metodologías de trabajo en función de objetivos bien definidos. Cómo cumplir metas de una manera efectiva y también afectiva, si lo pudiera resumir de alguna manera.  

A nivel personal, fue una experiencia de mucho crecimiento fuera de mi zona de confort. Enfren desafíos que en su momento no esperaba y que me pusieron a prueba en un nivel bastante grande. Habiéndolos podido superar, hoy me enfrento a los desafíos personales y profesionales con un sentido de realidad, pero también con harto optimismo. Siento que nunca las cosas van a ser tan difíciles 

Mi principal aprendizaje de esta experiencia es que no hay que subestimar a las personas. En particular, no hay que subestimar a los jóvenes, a los niños, a los adolescentes, a los estudiantes. Tuve la experiencia de trabajar en proyectos con ellos que resultaron ser super ambiciosos, pero con excelentes resultados. Desde carreras de autos que ellos mismos construyeron hasta competencias de arañas robot. Todas las señales te podían decir que tal vez no se podía, pero sí se pudo. Hay que atreverse y confiar en las personas.  

Mi paso por la universidad fue clave porque me permitió acceder a una red de personas que están disponibles cuando uno los necesita. Como profesor TP debía enseñar cosas que en un comienzo pensaba que no las dominaba, pero pude apoyarme en mis compañeros que en más de alguna ocasión me ayudaron con algún tema. Creo que estudiar ingeniería te entrega competencias de disciplina y de trabajo que me ayudaron a ver el problema, a resolver desde un punto de vista más sistémico y así poder identificar qué esfuerzos eran necesarios. 

Hoy día identifico en la educación, en el proceso de aprendizaje, una etapa super importante del desarrollo personal de todos nosotros. Si entendemos la educación como un factor de desarrollo cultural de una naciónlos impactos que ahí se tienen se ven reflejados después en muchas áreas como la salud mental de las personas, en el desarrollo productivo del país y en el desarrollo integral de todos los individuos. Finalmente, es buscar cómo, a nivel de sociedad, logramos un bienestar que nos permite vivir felices y sanos. Esa reflexión la fui desarrollando con la experiencia que tuve haciendo clases y también trabajando como ingeniero». 

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