Catalina es ingeniera civil industrial de la Universidad de La Frontera. Durante 2017 y 2018 hizo clases en el Liceo Técnico Profesional People Help People de Pullinque en la Región de Los Ríos. Años más tarde, lidera ONG Canales en Los Lagos, profundizando su compromiso con las y los estudiantes de la educación TP.

Cursaba su tercer año en la universidad cuando escuchó por primera vez Enseña Chile en una feria laboral. Conectó de inmediato con sus intereses, pues sus experiencias previas la hicieron querer aportar a la sociedad desde la educación. “Con mi mejor amiga dijimos ese día que en tres años más postulamos”. Llegó el momento y cumplió su palabra, pero no quedó seleccionada. Sin embargo, “lo intenté por segunda vez y ¡quedé! Tuve la oportunidad de trabajar en tres establecimientos durante los dos años de programa en las localidades de Huiscapi y Panguipulli, en zonas rurales y urbanas y en educación técnico profesional y humanista científica”.

Mirando hacia atrás, su principal aprendizaje es que “el liderazgo tiene que ser colectivo, compasivo y colaborativo, si no, mejor que no sea”. Para ella, “la experiencia fue cruda. Pude conocer el abandono de sostenedores, equipos directivos y del mismo Estado con la comunidad educativa, pero, al mismo tiempo, docentes comprometidos con la educación de sus estudiantes”. Fue testigo de profesores llegando a acuerdos económicos para seguir enseñando, familias organizadas e involucradas buscando mejores oportunidades para sus hijas e hijos y estudiantes con aspiraciones, sueños y ganas de aprender. “Había algo que marcaba la diferencia en cómo estas historias continuaban. Eso era el liderazgo que había en las comunidades”, reflexiona.

Actualmente Catalina es Directora Regional en Los Lagos de ONG Canales, organización que busca fortalecer la educación técnico profesional mediante la vinculación y articulación con los sectores productivos. En este rol intenta “poner en práctica cada día con mi equipo ese liderazgo que me enseñó la sala de clases”.
Desde su experiencia en terreno y con los establecimientos educacionales, existen dos grandes desafíos en la educación técnico profesional (TP). “Uno de ellos es fortalecer los mecanismos de articulación del sistema educativo con los sectores productivos y empresariales”, explica. Para ella, “el ecosistema no puede ser un espectador de la educación TP, tiene que ser un actor más de las comunidades”. Por otro lado, cree importante cambiar la visión sociocultural que se tiene de la educación TP. “Con la mano en el corazón, ¿le recomendarías hoy a tu hijo, amigo o familiar estudiar una carrera TP?”, cuestiona.

Ante esto, es enfática en la relevancia que tiene para el progreso, argumentando que “la educación TP es motor para el desarrollo económico del país”. Sin embargo, existe en estos momentos un déficit de técnicos en Chile, por lo que “existe una gran oportunidad para que los diversos sectores productivos se unan por un futuro TP”, invita. Para ella, impartir carreras pertinentes a las necesidades de los territorios y una formación que integre el desarrollo de las habilidades del Siglo XXI “es una tremenda posibilidad de acortar esa brecha”, finaliza.
Catalina recuerda con cariño su paso por la sala de clases y Enseña Chile. A quien hoy esté pensando en postular le recomienda: “observa, escucha, aprende y acciona. Cada día en la sala cuenta”.

Última modificación: agosto 26, 2025