Florencia Croxatto Santolaya cursó su último año de Ingeniería Comercial en la Pontificia Universidad Católica enfrentando una decisión difícil: hacer un magíster o postular a Enseña Chile. Conversó con egresados del programa y todos coincidieron en lo mismo: nadie se arrepentía de haber tomado la decisión. Movida por la convicción de que la educación es el espacio donde se juegan las posibilidades reales de un país más justo, decidió vivir la desigualdad de cerca, acompañando a estudiantes y trabajando junto a profesores. “Sentía que no bastaba con estudiar la desigualdad desde un escritorio; había que experimentarla desde la sala de clases”, recuerda.

En 2021 llegó al Colegio Jorge Alessandri Rodríguez en Renca, donde enseñó matemáticas a estudiantes de tercero y cuarto medio, preparándolos para la PAES. Cada jornada frente a sus alumnos fue un desafío que la transformó profundamente. “Estar frente a un curso me enseñó a mirar la vida de otra forma, a escuchar con humildad y a trabajar con la esperanza de que algún día todas las niñas y todos los niños de Chile reciban educación de calidad”, cuenta. Entre sus recuerdos más significativos está un alumno que logró 1.000 puntos en la PAES de matemáticas y una estudiante a quien motivó a postular a Ingeniería Comercial en la UC: “¡Profe, quedé! Quería agradecerle por todo, tanto que me aguantó todo el año. Esto igual es gracias a usted. Muchas gracias, profe”, le escribió. También recuerda con emoción haber acompañado a un estudiante a cumplir la promesa que hizo a su madre antes de fallecer, asegurándose de que terminara el colegio y alcanzara el sueño de toda su familia: ingresar a la Fuerza Aérea.

Florencia también valora la experiencia de trabajo con sus colegas. “Conocí profesores que admiro profundamente por su vocación y generosidad; entendí que la educación no es una tarea individual, sino un esfuerzo colectivo sostenido en la colaboración y la esperanza compartida”, comparte.

Hoy, Florencia aplica lo aprendido en Fundación Pivotes, desarrollando investigaciones y propuestas en educación, empleo formal y fortalecimiento institucional, mientras termina un Magíster en Estudios Políticos. Los aprendizajes del programa la acompañan cada día: la resiliencia, la capacidad de liderar desde el servicio, la escucha activa y la importancia de construir vínculos sólidos con quienes nos rodean. “Detrás de cada propuesta hay personas concretas; recordar eso es esencial para construir una sociedad más justa y solidaria”, asegura.
A quienes estén pensando en postular, les aconseja atreverse: “Es una experiencia exigente, pero transforma profundamente la manera de mirar la vida, la sociedad y a uno mismo. Entrega herramientas únicas para la vida profesional —liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, resiliencia— difíciles de encontrar en otro lugar. Y, sobre todo, si quieren aportar en educación, pasar por la sala de clases es insustituible: ahí se aprende lo que ningún libro ni seminario puede enseñar”.

Última modificación: octubre 8, 2025